Acta Octubre

Seminario 17, Clase 2: El amo y la histérica

Preguntas que guían la reunión
1)      ¿Qué sabemos a partir de lo que nos queda de los escépticos?
2)      ¿De qué se trata el acto analítico?
3)      ¿Qué instituye el analista?
4)      ¿Qué es la verdad como saber, es un saber sin saber?
Respuestas anticipadas:
1)      Algo del saber.
2)      Interpretar. Intervenir.
3)      El discurso histérico. Histerización del discurso.
4)      Se trata de la interpretación del analista (la cita y el enigma)
Desarrollo de la reunión:
1) ¿Qué sabemos a partir de lo que nos queda de los escépticos?
Lo que descubrimos en la experiencia analítica es del orden del saber. No del reconocimiento o de la representación. Algo que une S1 con S2. Está en el banquillo el saber. Lacan propone no juzgar. El pensador, francés, Montaigne como exponente del escepticismo.
En el Discurso del amo, el trabajo del esclavo es inconsciente no revelado. El saber le corresponde al esclavo.
El saber de la experiencia analítica es diferente al saber total. El saber totalizado es inmanente a lo político, se trata de una idea imaginaria del todo que el cuerpo proporciona. Sostiene en la buena forma de satisfacción.
El pasaje del Discurso del amo antiguo al moderno, hay una modificación en el lugar del saber. El amo no sabe lo que quiere y el esclavo si sabe lo que quiere el amo. Es la función del esclavo saber lo que quiere el amo.
2) ¿De qué se trata el acto analítico?
El azar trabaja con el saber que no se sabe. La asociación libre promovida por el analista es el punto más fuerte del significante. El analista brinda libertad al analizante, instalando la transferencia. Su resorte el sujeto supuesto saber, no es el analista, nos dice Lacan sino el sujeto mismo supuesto. Se trata que el analizante pueda hablar como un amo, “se le reconoce que puede hablar como un amo, es decir como un pavo” p. 38 El analista “se hace causa del deseo del analizante” p. 39
“Si hay un saber que no se sabe (….) se instituye en S2, es decir, lo que llamo el otro significante. Este otro significante no está solo. El vientre del Otro, el A mayúscula, está lleno de ellos” p. 33
 “Decir cualquier cosa, ¿a dónde podría conducir, sino estuviera determinado que nada, en la salida al azar de los significantes, por el hecho que se trata de significantes, deja de relacionarse con ese saber que no se sabe y que es verdaderamente lo que trabaja?” p. 35
3) ¿Qué instituye el analista?
Es necesario que el analista tome la palabra. En el discurso del analista, de su lado hay S2, hay saber, “se puede reducir al saber hacer analítico” p.35  El analista es amo bajo la forma de a.
El analista instituye el discurso histérico, bajo la neurosis de transferencia.  La histerización del discurso “es la introducción estructural, mediante condiciones artificiales, del discurso de la histérica” p. 33 
La histérica industriosa, “fabrica, como puede, un hombre-un hombre que esté animado por el deseo de saber” p.34  Lo que le importa a la histérica “es que el otro que se llama hombre sepa en qué objeto precioso se convierte ella en este contexto de discurso” p. 35
¿No es esto (…) el fondo mismo de la experiencia analítica, si digo que da al otro como sujeto el lugar dominante en el discurso de la histérica, histeriza su discurso (…)?” p. 35
4) ¿Qué es la verdad como saber, es un saber sin saber?
 “Un saber en tanto verdad” es la estructura de la interpretación analítica.  La cita y el enigma en tanto interpretación dan cuenta de ello.
La interpretación se establece por medio del  enigma que es “recogido (…) en la trama del discurso del psicoanalizante y que uno, el intérprete, no puede de ningún modo completar por sí mismo” pág. 38
La cita es tomada de aquel enunciado del analizante, “puede pasar por algo efectivamente manifestado, solo con que se le adjunte todo el contexto. Pero entonces uno apela a su autor” pág. 38. En la cita, se plantea el enunciado, se supone un lector en un discurso y también es un medio decir. Recordamos y recomendamos leer aquí a Foucault “Qué es un autor?” (Al final hay una intervención de Lacan) y a Borges “Pierre Menard”.
La verdad como saber es un enigma. El enigma es un decir a medias y ejemplifica Lacan con el mito de Quimera “aparece como un medio cuerpo, salvo cuando se le da la solución, entonces desaparece por completo” p. 37
 El saber y el enigma  “tienen la misma característica, propia de la verdad- la verdad sólo puede decirse a medias. Nuestra querida verdad (…) no es más que un cuerpo” p. 36


 Verónica Castro

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