LA ARREBATADORA IGNOMINIA DE LA HOMMELLE
Clase ubicada en el apartado Evacuación, en referencia de
haber sido desplazado de la Escuela Normal, donde dictaba su seminario. La XXV
es la última clase del seminario y está teñida por el enojo con el Director de
la Universidad.
Toma el neologismo hommelle, hombre-ella, para relacionar
los conceptos de saber, goce y sujeto. Hace referencia a la dialéctica del amo
y del esclavo para luego pensar lo que sucede en la Universidad, diciendo que el
saber sirve al amo, y ese saber nace del esclavo. El amo llega a ser tal por la
vía histérica. El saber sirve a la mujer porque la vuelve objeto causa de su
deseo. Esto es la histeria. La postura, lo que se apuesta en la dialéctica del
amo y del esclavo, es una vida, en este caso la del esclavo. El sujeto amo es
el inconciente. Para la ganancia de otro goce, la postura de la apuesta es el
objeto a en tanto plus de gozar.
Resaltamos que el sujeto amo es el inconciente. Lo
distinguimos del sujeto moderno, el sujeto de la conciencia, que sabe lo que
hace. ¿En qué sentido tomamos el término sujeto, en el sentido lacaniano del
término o en el sentido de la filosofía moderna?
Propone ver la película If para entender la función de la
hommelle. “Ella es la ignominia arrebatadora”. Equipara Universidad y hommelle
diciendo que allí amo y saber conviven, hay un ejercicio del saber que
representa un goce. En la película estaría representado por la mujer.
En los esquemas la diferencia es notable, sin embargo, es
igual. 1 afuera, que es el S1, después hay un 1 adentro y el conjunto vacío. Lo
cambia 1, 1, objeto a.
Aquí en el extremo derecho está el signo del conjunto vacío
que es el enforma de a. En el lugar del conjunto vacío pone el a. En el lugar
de la izquierda, el S1, hay lo que hay, a saber ese goce enigmático corroborado
porque en todos los niveles donde se distingue (…) quiere otro, otro goce.
Podría ser lo que plantea después el S1 como superyó que exige más goce.
¿Qué podemos pescar como final del seminario para empezar el
otro? Dice que la única relación que tenemos con el Otro es el enforma de a. Ya
lo había dicho en el Seminario 11, en la intersección entre el sujeto y el Otro
está el objeto a. Acá se cansó de tratar de logicizarlo esto.
Conjunto vacío y objeto a quedan equiparados. El Otro es el
conjunto vacío, y que mi relación con el Otro es el objeto a. No hay otra
manera. Esto lo plantea en la primera clase del 17, que es la relación al Otro
que no existe. Si el Otro existiera.
¿Qué quiere decir que el Otro no existe? Que es un conjunto
vacío, que es un objeto a para nosotros. En torno al cual se estructura la
batería significante, pero el corazón del Otro es el a.
Una de las novedades del Seminario es cómo habla del Otro, y
la relación entre el Otro y el a.
Freud y el trauma. En las teorías sexuales infantiles, Freud
dice que las teorías del niño sobre el origen tiene que ver con el momento
pulsional que está atravesando el niño y con los distintos objetos. Uno podría
decir que la fantasía le da una existencia al Otro en función de un
determinante corporal. Cómo el cuerpo imprime o le da forma a lo que se
fantasea en ese borde, entre una cosa y otra. La fantasía se hace con el cuerpo
y en torno a un vacío.
Esta versión del Otro donde el objeto a no queda por fuera
del campo del Otro, sino que está en el interior y es torno a lo que toma forma
el Otro. El enforma como una horma.
Todo lo que surja de la repetición es el enforma de a. La
repetición del objeto a es el objeto a. Pero, ¿la voz es lo mismo que la
mirada?
La diferencia está en el campo imaginario o simbólico.
El hombre invisible, de Wells.
El Señor Valdemar, de Poe.
Dr. Jekyll y Mr. Hyde, de
Stevenson.
Aristóteles, el ser se dice de
distintas maneras.
El objeto a, ¿se dice de
distintas maneras? La mirada, la voz…
Sustancia episódica. La mirada,
la voz, como sustancia episódicas del objeto a, no son el objeto a, son
sustancias episódicas del objeto a.
El rasgo unario comparte esta
estructura. No son rasgos unarios, sino es un rasgo unario, lo unario de cada
rasgo, lo irrepetible de cada rasgo, la pura diferencia. Lo unario no es el
palote, sino la diferencia entre los palotes, y eso no está escrito en ningún
lado.
El perverso y la hommelle.
La meta principal del perverso es
restaurar la falta del Otro. Hace a la mujer no castrada. Es el significante
del Otro intacto, a diferencia del neurótico, que es el $ del A/ (A tachado)
que intenta como puede restablecer la unidad de ese A barrado.
De nuestros antecedentes.
Qué quiere decir de tomar el discurso
como un reverso. El año pasado distinguí de manera insistente el discurso de
una estructura que excede con mucho a la palabra. La palabra es ocasional,
episódica, el discurso no. Un discurso sin palabra. Porque en realidad puede
subsistir sin palabras. Subsiste en ciertas relaciones fundamentales. Lo
importante de un discurso son las relaciones fundamentales. Esta literalmente
no pueden sostenerse sin el lenguaje. Lenguaje, relaciones fundamentales,
discurso. Las palabras pueden o no estar.
Separación saber-goce.
El Otro no existe, hay un campo
del Otro, donde hay un goce, que está en el límite del Otro mismo.
Nuestro tema: ¿dónde está la
satisfacción… dónde está el goce? Ya no es tan sencillo plantear la relación
del Otro, el goce y el saber.
Di en llamar saber al goce del
Otro
La repetición tiene cierta
relación con lo que dije de este saber pero está en el límite, y se llama goce.
Primero dijo que es lo mismo,
luego, no, está en el límite. Después agrega en la fórmula el saber es el goce
del Otro, es una articulación lógica. El Otro no existe, no hay ningún Otro, la
intervención del significante lo hace surgir como campo. El campo del Otro no
es el Otro, es un campo que sustituye, reemplaza, hace las veces del Otro que
no existe, del Otro que no hay. Bien lacaniano, bien francés.
Juan Pablo Marino
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