Acta 04 de Junio de 2011


            Se comienza leyendo el acta del 07 de mayo, es por ello que en este caso se trata del acta del acta.
            Con relación al concepto de repetición ligado al intento de recuperación del objeto perdido surge la discusión acerca del concepto del goce y de lo real.

Si “el goce se busca en un esfuerzo de reencuentro y sólo se lo reconoce por el efecto de la marca” nos interrogamos entonces acerca del estatuto de lo real, como término positivo. Una respuesta provisoria sería: lo real absoluto se ubica en un litoral entre lo que entra en un discurso y lo que queda por fuera de éste.
En esta línea se propone en el acta que a través de la marca significante nos anoticiamos del goce y se trata, entonces, de un goce imposible. La imagen que circula es que no se trata de un goce primero, absoluto que se pierde, sino que se trata de la inauguración del goce como perdido a partir de la marca. Entonces se propone una idea de J.L. Borges: el paraísoperdido, todojunto. Nunca hubo un paríso que luego se perdió, sino que si tomamos la idea de paríso ya es como perdido.

            Esta idea, da la sensación, de implicar cierta lógica aplicable en el análisis mismo, donde el horizonte no estaría puesto en recomponer aquel goce perdido (imaginario que puede traer el analizante), como cierta restitutio ad íntegrum, sino a partir de ciertas escansiones inaugurar el goce como imposible (como modo, a partir de la marca de cernir el agujero)

            A continuación se discute la afirmación “no hay relación cuerpo-goce sino que se trata de un cuerpo separado del goce. El goce es del Otro” Se ubica aquí una paradoja que implica por un lado el goce fuera del cuerpo (imaginario) como podría suceder con las erecciones involuntarias de Juanito, allí claramente el goce se evidencia como hetero, fuera del dominio imaginario de un cuerpo unificado; pero también Daniel propone que Lacán afirma, al mismo tiempo que el goce es en el cuerpo.  

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