ACTA DEL 3 DE MARZO DE 2012


Comenzamos con el capítulo X del Seminario 16: “Las tres matrices”
Pág.143:
“Dije muchas cosas, y logré en particular interesar a algunos debido a la evidencia matemática que creo haber logrado dar a la génesis del a, por la sola virtud del Uno como marca”.

·        Que no hay identidad

“Esta génesis descansa en ese hecho, esa fabricación que resulta del uso más simple de este Uno, en la medida en que  una vez repetido (habla de unario) prolifera, puesto que sólo se lo postula para intentar la repetición del goce, para encontrarlo en la medida en que ya escapó. Lo que no estaba marcado originalmente, el primer Uno, inscrito para reencontrarlo, ya lo altera, puesto que en el origen no estaba marcado. Se lo plantea, pues, en la fundación de una diferencia que él no constituye en cuanto tal, sino en cuanto que la produce”.

D: entonces, había una vez un goce, mito, hay una marca. Esa marca que es fundadora, qué funda? La repetición del goce. Hay algo que no estaba marcado en el origen, el primer Uno. En un momento se produce una marca, no se sabe cuándo. Freud llamaría a eso represión primaria, huella. “Inscrito para  reencontrarlo” a lo que se perdió. Pero eso ya lo altera, ya no es lo que era, que no sabemos lo que era. “Puesto que en el origen no estaba marcado”. Ahora que hay una marca está todo alterado.
H: la idea de proliferación es interesante. Uno podría decir: la alteración se produce en el intento de reencuentro. Pero cada vez que se repite hay una alteración. Siempre se produce una alteración. La alteración de la alteración de la alteración. Tiene esta propiedad esa repetición. Por eso dice “prolifera”. Pero podría repetir, lo altera y se cerró el circuito. Pero altera lo alterado.
M: pensemos todo esto en la vida de las personas. Cuando alguien repite, por Ej. Se hace cagar por uno y por otro…prolifera. Pero hay una constante.
D: hay una constante, es el terreno pulsional y fantasmático. Porque en esa constante que es fantasmática, que es el hacerse cagar por todos, el analista debería encontrar una diferencia. Sino estás en el terreno masoquista del fantasma: me cagan, me cagan una y otra vez, me quejo, me cagan y ya. El psicoanalista produce esta alteración. La palabra alteración es clave acá.
M: alteración como una vía nueva?
D: sí, pero la palabra alteración viene de “alter”, que es otro. O sea que este Uno es otro que el otro Uno. La proliferación no es de identidad. Retomemos la palabra alteración como “otro”. La proliferación no es de una identidad, es de una diferencia. No existe la pura diferencia en el mundo. Existe en la constancia.
Cla: pero la constancia es una característica de la pulsión.Tiene que ver con lo real de la pulsión, con una insistencia, no con el fantasma.
H: pero lo real está articulado al fantasma. El fantasma está hecho de esas semillas de real, de núcleos de real. Tiene que ver con el párrafo del libro “Fantasía: metapsicología y clínica” de Haimovich y Kreszes que les mandé, donde introduce la idea de la estructura no sólo heterogénea sino también paradoja del fantasma.
Cita:
“Aquel núcleo heterogéneo del fantasma que habíamos postulado, amalgamado y resistente a la soldadura, se enraíza en el vacío del Otro. Falta de saber e imposibilidad de goce son dos dimensiones del Otro que se transfieren al fantasma. Si éste comporta alguna recuperación de saber y de goce no será sin marcas de aquella imposibilidad incrustadas en la recuperación misma. El fantasma articula respuestas posibles a lo que carece de respuesta en el lugar del Otro. Hay, en esas respuestas fantasmáticas, rastros de la conexión con aquel lugar de vacío de silencio, que Lacan anotó  S(A)”
“Cuando digo silencio, me refiero a lo que llamamos las “marcas parentales” cuyas huellas encontramos en la fantasía. Estas marcas están hechas de dos estofas: de palabras y de silencios. Están hechas de los ideales, deseos, expectativas, pedidos, reclamos y demandas con los que el advenimiento de un sujeto a la existencia no tiene más remedio que cargar. Pero también, ese espacio primordial del “deseo de los padres” está hecho de esta otra materia que es el silencio,  y que tiene la virtud de ofrecerle al sujeto un margen de indeterminación”
     
D: y también refiere a eso el párrafo que les mandé.
Cita:
“El punto de vista lacaniano en psa”. J.Allouch
Pag. 92. Abril/1994
“Antecedentes lacanianos” Edelp 16 Córdoba

...”cuando ocurre ese acontecimiento singular en el que un sgte. representa al sujeto para otro sgte. (es la interpretación), se produce una modificación en la economía del goce, el objeto en juego en esa interpretación es aligerado de una parte de su valor de goce por el cual vampiriza al sujeto”.

M: esto plantea una paradoja. Por ej.el tren de las 20.10hs. Cada tren es distinto, pero siempre es el de las 20.10hs.
H: su identidad se la da la diferencia con los otros. Saussure habla de “sensación” de identidad, que surge de su diferencia con los otros. No es ni el de las 20.05 ni el de las 20.15. Ninguno de los dos. Por más que llegue a las 20.20hs sigue siendo el tren de las 20.10hs, porque es el que viene después del de las 20.05 y antes del de las 20.15hs.
D: también ahí la paradoja es intrínseca al significante, porque el tren de las 20.10hs es el significante el que le da identidad, porque siempre es otro tren, otro vagón.
J.P: en la escuela soy lunes. Cuando digo “lunes!”, los chicos me dicen “lunes!, qué tal lunes? ¿Extrañaste lunes?
D: el punto es reconocer como analista que en ese relato de cierta identidad habrá una diferencia en algún momento. Y esa diferencia, alteridad, esa proliferación es la que está permitida paradójicamente por la sensación de identidad. Yo te lo vuelvo a contar, y te lo vuelvo a contar. ¿No está cansado de contarme siempre lo mismo? Y de repente aparece una diferencia, un fallido, o la coma que no estuvo.
H: un recorte clínico: un tipo que cuenta cómo siempre lo cagan, lo pillan, y retoma la historia familiar. El padre los dejó, la madre psicótica. Y entonces él y su hermano tuvieron que hacerse cargo de sostener la casa y la administración. Laburan y ponen guita los dos. Y retomando el relato una vez más, se acuerda de que su hermano lo caga. Y ¿cómo lo cagaba su hermano? Le daba tarde la plata del mes. Y él se gastaba toda la plata de su sueldo para pagar las cuentas. “Yo tenía que pedirle, era humillante”. Y dice al pasar “pagaba las cuentas apenas llegaban”. Las tenía que pagar. Las pagaba el 1° y se gastaba todo. ¿Por qué? Las cuentas se pueden pagar del 1 al 10. Tenía todo ese margen de indeterminación del 1 al 10. Y el flaco se empieza a preguntar porqué él tenía la necesidad de gastarse toda la plata el 1°. Y ahí quedaba cagado. Hay una diferencia, del territorio del “todos me cagan”. Empezó a hacerse más borrosa esa convicción de que el hermano lo cagaba.
D: ¿síntomas anales? ¿Retenciones?...
H: no, no aparecieron. Donde él en ese margen de indeterminación del 1 al 10 pone su fantasma, empieza a resonar que él tenía que pagar el 1°. Él primero. Se escucha también que es el primero en pagar…la satisfacción que se juega también en eso.
D: ¿es el mayor?
H: sí.
D: habría que introducir “el plato de lentejas”. En la biblia hay una cuestión. Jacob quiere ser el primogénito. Eran dos hermanos Esau y Jacob. Isaac (el padre) está ciego. El que sigue el linaje es el hermano mayor. Un día viene de cazar Esau (el mayor) y le pregunta a Jacob “¿me das de comer?”. Jacob responde “sí, yo te doy un plato de lentejas, pero a cambio me das la primogenitura”. Y Esau acepta. Cambia la primogenitura por un plato de lentejas. Jacob se hace bendecir por el padre, con una piel de cordero, simulando a su hermano Esau que era muy peludo. El linaje será Abraham, Isaac, Jacob (que luego se llamará Israel).
M: una mentira
D: sí, pueblo elegido por un curro (engaño al padre).

Volvemos a Lacan. Hace una referencia a Freud. Cita en Pág.143:
“En cuanto a encontrar  el término del camino que marcó Freud en el problema que él plantea del fin de análisis, terminable o interminable, sólo podemos hacerlo desde el punto de vista según el cual lo que emprende toda trayectoria humana tiene su límite en la muerte, lo que no hace más que escandir el problema que replanteo al preguntarme si el proceso que comienza para el sujeto debido a la repetición, con la repetición como origen, tiene su límite o no lo tiene”.

D: entonces el proceso empieza con la repetición, además vincula que hay un límite, y eso condiciona la posibilidad de un análisis como terminable.
Va a tomar lo finito, lo infinito. La bipartición de dos infinitos. Señalando que en el fondo de esto se trata en la apuesta de Pascal.
Cita en Pág.144:
“También escribí la serie que resulta de tomar las cosas en el otro sentido, en la que por el hecho de que a es menor que 1, el proceso de adición desemboca no solo en una proporción, sino en un límite. Ya sea que procedan por adición o, a la inversa, por sustracción [(sería 1+a o 1-a)], de modo tal que sea siempre verdad en esta cadena que, si se toma la cosa en sentido ascendente, cada término es la suma de dos precedentes [(Fibonacci)], no dejarán de encontrar la función de a, en la medida en que la suma de la serie designa esta vez un límite. Por numerosos que sean los términos que adicionen, no superarán el 1+a, lo que parece indicar que, en este sentido, lo que engendra la repetición tiene su término”.

D: es decir que la serie a medida que asciende va convergiendo, pero no llega al límite. Nunca puede superar el 1+a. Es asintótico. Al límite uno no lo traspasa. Se acerca sin llegar. Se entiende con el ejemplo de los números naturales: entre el 0 y el 1 no hay nada; entre el 1 y el 2 no hay nada. Tengo 0, 1, 2, paso al 3. Voy pasando. El problema es con los números reales: 3,1416, que es infinito. Pero este número, si lo sigo aumentando, ¿llega al 4? No. Y si tengo 3,999…no llega al 4. Se acerca infinitamente al 4 sin llegar. ¿Por qué? Porque son reales. Entre un punto y otro en la recta, que es infinita, hay otro punto y así sucesivamente.
Cla: Esto es, entre un punto y otro punto hay infinitos puntos. El punto no tiene límite.
D: Es decir, entre el 0 y el 1 hay infinitos números. Y entre el 0 y el n° infinito también hay infinitos números. Hasta que vino Cantor y dijo que hay 2 infinitos. Aleph sub. cero. Un infinito es más grande que otro infinito. Es una locura.
H: Es una paradoja. Si es un infinito definido es limitado, pero no.
D: hay toda una discusión acerca de si un infinito chiquito es más grande que el infinito más grande.
H: recuerdo “El hombre menguante”, un libro de ciencia ficción, del mismo autor que hizo el libro “Soy leyenda”. La tesis es esa. Es un tipo que a partir de que se expone a determinada radiación se empieza a achicar. Y el tipo todo el tiempo esperando, hasta que se aviva que la cuestión es que va a desaparecer. Y en un momento, a punto de desaparecer, encuentra otro universo, en lo infinitamente pequeño.
D: esto clínicamente es fantástico. Porque esto habla de cómo se dirige un análisis. Respecto de lo interminable o no de un análisis. ¿Cuál es el límite de un análisis? ¿Hasta dónde se llega? Cada intervención del analista, que es interpretación, cuando la hay ¿qué relación tiene con el final? El final, es la última sesión? ¿El comienzo es la primera entrevista? Para tener una idea de relación de un punto con otro punto.
Volvemos a Lacan. Cita Pág.144:
“Considérese el caso A en que Dios existe. Con una ingenuidad pasmosa, se inscribe con un cero lo que resulta del cumplimiento de los mandamientos divinos, aquí confundidos con la renuncia a algo, ya sea que lo llamemos placer o de cualquier otra manera. Lo que se dejó en esta vida a los creyentes está pues marcado con un cero [(de lo que se renunció, a lo que se perdió, porque dios existe)], a cambio de lo cual una vida futura se anota con la escritura del infinito, una infinidad de vidas prometidas infinitamente felices”.
“Suponiendo que Dios no existe, A barrado [(el A no existe)], inscribimos con a el sujeto del juego, siempre tomado, conviene decirlo, al pie de la letra, en la medida en que se presume que conoce la felicidad limitada, y  por otra parte problemática, que se le ofrece en esta vida. Se nos dice que no es infundado elegirlo, ya que, si Dios no existe, parece claro que no hay nada para esperar de la otra vida”.

Primera matriz=     A            0           infinito


                              A/            a               0 (pongo el cero en la próxima vida, no                     
                                                                  infinita vida)
H: hay un chiste que dice Dolina: ¿qué harías si te ganas la lotería? – te lo cambio por $5 ahora (risas). Esta felicidad limitada son 5 mangos.

Cita Pág.145:
“Solo que Dios no está al corriente [(de esta apuesta)]. En todo caso, nada nos permite afirmarlo. Resulta de este hecho paradójico que la postura se confunde aquí con la existencia del partenaire, mientras que el sujeto definido por la apuesta, no el hombre, está puesto sobre la mesa, si puedo decirlo así. Y precisamente por eso deben reinterpretarse los signos que se escriben en este  pizarrón. La elección se hace a nivel del Dios existe o Dios no existe”.

D: Pero Dios ¿es el partenaire de esta apuesta?

“De ahí parte la formulación de la apuesta. Si se la toma desde ese lugar, y solo desde allí, es claro que no hay que dudar, porque lo que uno se expone a ganar apostando que Dios existe, es decir, el infinito, no puede compararse en nada con lo que seguramente se ganará si se apuesta lo contrario, es decir, a. Incluso esta certeza puede ponerse fácilmente en tela de juicio, porque ¿qué se ganará exactamente? El a no está definido con precisión”.
“Esta fórmula tiene el interés de tomar en su fuente la cuestión de lo que ocurre con la intervención del significante en cualquier acto de elección”.

D: esto es lo que trabajamos con respecto al acto, que trabajó Vero, la elección forzada.
Continuamos cita Pág.146:
“Sin embargo, aquí planteé el problema, e hice notar la insuficiencia de este cuadro. Está incompleto por no implicar un segundo piso que restituya tal vez la justa posición de lo que supone la matriz tal como se la usa en la teoría de los juegos. Entonces introduje este piso.”

D: me parece que es lo que hace combinar y poner Otro y Je (yo)
                                                               Yo
                                                0, infinito         a, -infinito (elige a sabiendo que
                                                                        pierde la infinidad de vidas felices
Segunda matriz=            A                              que se le ofrecen)                 
                                              
                                                     -a,0                   a, 0

Para entender esto vamos a una clase de Sara Glasmann del 5/02/1969:
“En la matriz n°2, en el primer cuadrito pone toda la horizontal que está arriba de la matriz 1, de esa de: si Dios existe y yo apuesto a favor no pierdo nada y gano infinito, entonces pongo 0, infinito. A la derecha de la matriz n°2 pone     a,(-) infinito”

D: si conservo el a pierdo el infinito, ésta es la idea. Si pierdo el a me quedo con el infinito. Todo el cuadro anterior puesto acá arriba, separado como par ordenado.
·        Aplana en el horizontal lo que está escrito en el cuadro n°1.
J: Hay que mantener esta idea: arriba crees en dios, abajo no crees en dios. Entonces creyendo en dios, apostas el a, y ganas el infinito. Aunque creyendo en dios vos podes conservar el a, pero perdés el infinito, pecado.
H: como los gnósticos, que pecaban para afirmar
Volvemos a texto de Sara G.:
“A la derecha de la matriz n°2 pone a (-) infinito. Es decir, Dios existe y yo apuesto en contra. Gano a placeres de esta vida, pierdo infinito, pongo menos infinito”

- El infierno
- No, el infierno también es una forma de infinito.
Cita: “Abajo entonces, a la izquierda, Dios no existe [(a)] y yo apuesto a favor, pierdo como una imbécil los placeres de esta vida y gano 0 porque Dios no existe, así que no tengo el infinito prometido. (-a, 0)”

- Sin el pan y sin la torta
“Y en el cuadrito de abajo a la derecha: Dios no existe y yo apuesto en contra, tengo los placeres de esta vida y 0 infinito porque Dios no existe”

D: es el más ateo?
“Nos llamaban la atención los dos cuadritos antagónicos y paradójicos. Entonces ya se había planteado el asunto de a elige a sabiendo que pierde el infinito. Y había dicho que si se trata del infinito de los números enteros y del infinito aritmético, ese infinito se iba por el lado de los números negativos porque es “menos” infinito, es un infinito que cuando se redobla se divide, es decir que si yo hago unas coordenadas cartesianas y pongo de este lado los números positivos y de este lado los números negativos, ya cuando planteo del punto de partida ir a uno, a un infinito en términos positivos, y eso ya es una repetición, es decir un redoblar desde el punto de partida, de este lado automáticamente se hace medio. Y entonces, porque son números negativos y cuando yo doblo 1 número negativo lo estoy dividiendo por la mitad. Entonces cuando ya me prometen uno, yo pierdo medio. Entonces Lacan decía de entrada, no es tanto ganar porque es medio infinito”.
“Lo que faltaba era ver la cuarta casilla: que no existiendo Dios sin embargo podía apostar a favor y pierdo el a”.
“El problema es que cuando aparece pérdida de a,0, el 0 este ¿qué es?. El cero a ganar. Había dicho que el 0 en el punto de partida era una ficción, era necesario poner un cero para iniciar la serie de números y llegar a infinito. Pero el 0 a ganar ¿qué representa?”
“Vamos a extraer ahora, matriz n°3, los elementos que me importan de la matriz nueva que hice, para aislar en su pureza los elementos más conflictivos. Son: menos infinito (que era el problema aquel de pierdo infinito), menos a (aquel de pierdo los placeres en la vida), el 0 como problema en cuestión, con signo de interrogación, qué es lo que voy a ganar, qué quiere decir este 0, no voy a ganar nada? Y el a en el punto de partida”
“Matriz n°3: arriba a la izquierda a, arriba a la derecha menos infinito, abajo a la izquierda menos a, abajo a la derecha 0 (cero) como pregunta”

(Lacan señala esto en la Pág.147 arriba). Continuamos con Sara G.
“…del sujeto que es el jugador el único sujeto que ahí existe, porque el otro era Dios. Ahí no entran en balance para el sujeto jugador más que el infinito y lo finito del a,  porque la cuestión es siempre mis placeres de esta vida y el infinito de la otra”.
“texto: qué es lo que esos ceros designan…el origen perdido”
“Entonces Lacan lo que reinterpreta es, al revés: no es que 0 (en la matriz habitual de la apuesta de Pascal), designe que no pierdo nada”

D: aclaro que para Pascal, el 0 (cero) es que no  pierdo nada.
“…lo que me está designando (este cero) es que para sentarme en la mesa hay algo perdido en el origen”.

D: Este es el punto clave. Ella lee la diferencia entre Lacan y Pascal. Que mientras que para Pascal el cero es “no pierdo nada”, para Lacan el cero es “entré perdiendo a la apuesta. Si apuesto es porque ya perdí”.
V: los seguidores de Pascal, o hasta el día de hoy, todos leyeron que el cero de Pascal, que era el vacío, es no apostar nada. Lacan rescata a Pascal y dice que no leyeron bien.
Cr: pero en la Pág.147 (del seminario) abajo dice otra cosa:…”este cero no representa tanto la pérdida constitutiva de la postura como la inscripción de una de las elecciones ofrecidas, que es la de no sentarse a la mesa de juego”.
D: pero para Pascal es eso
H: más abajo dice “este cero no representa pues la pérdida constitutiva de lo que se apuesta, sino el no hay apuesta del que no se sienta a la mesa”.
V: para mí lo que vos decís está hablando de los filósofos de la época.
D: sí, está hablando de los filósofos. Fijate en el mismo párrafo más arriba: “…si nos remitimos a la discusión que los filósofos han hecho del montaje de Pascal…”. Les cito 2 cosas de la pág.siguiente (en Lacan) y vuelvo a Sara G.
Cita Pág.148 (del seminario):
“Si lo indiqué tan rápido como lo hice, se debió, a decir verdad, a que ya se había construido cierto grafo con, no la hipótesis, sino lo inscribible, y por lo tanto lo tangible, que hace que el propio a bien pueda no ser más que el efecto de la entrada de la vida del hombre en el juego”. “Pascal nos advirtió…Ustedes están comprometidos, indica, y es verdad”.

D: es decir, no podes no apostar. Está claro eso.
H: es como la placenta que labura Lacan en el seminario X. No podes nacer sin perder la placenta.
M: yo pensaba en la posición del autista…
V: que es no sentarse a la mesa
H: pero es un fantasma neurótico éste. La idea de “no deseo para no perder”
D: lean “La piel de zapa” de Balzac. Un tipo que no tiene que expresar un anhelo, porque la piel de zapa, -es una piel que le da el diablo, en el pacto con el diablo- cada vez que él expresa un anhelo se achica. Por lo tanto “te damos todo lo que vos quieras”, el tipo empieza a desear: tengo sed, quiero un vaso de agua, y de pronto la piel se achica. Tiene que empezar a regular lo que quiere porque sino su vida, el día que se achique todo, muere, como el hombrecito de “el hombre menguante”. Entonces para vivir se arma una automatización de la vida (la obsesión al mango) para no desear. Balzac es un psicopatólogo fantástico.
H: dicen que fue el último libro que Freud leyó antes de morir. Es muy lindo porque en un momento llaman a los científicos para que intenten evitar que la piel se encoja. Inventan una sustancia para expandir la piel.
D: el tipo no puede impedir su deseo, su anhelo más tonto. Ej.: tengo sueño, voy a dormir. Pero no puede decir “quiero dormir”. Pero cuando uno dice “voy a dormir” es porque quiere dormir. Con lo cual cualquier cosa que diga…Es el pacto con el diablo para vivir mucho tiempo. Para que todos tus deseos se realicen no se tiene que realizar ninguno. Esta es la paradoja.
Volvemos a Sara G. Cita:
“Cambió la cosa. ¿De qué modo? Teniendo presente que se trata de la combinatoria matemática, es decir se trata de teoría de los juegos, yo voy a decir que, nada podría enunciarse de cualquier juego, si no es a partir de algo, algo que la otra vez dijimos que era teorizado en “Problemas Cruciales…” (Seminario XII de Lacan) bajo la forma de: todo juego tiene una regla que regla el juego y la institución de esa regla implica de entrada una exclusión, es decir las cosas que no se pueden hacer en este juego”.

D: es decir, para poder jugar un juego –piensen cualquier juego- se excluye algo. Hasta la botellita, no podes hacer trampa.
H: no te podes dar un beso a vos mismo (risas)
Continuamos con Sara G. Cita:
“Lacan había dicho en Problemas Cruciales, para jugar una partida del sujeto con el saber, se excluye el sexo, es decir se excluye lo imposible, lo imposible de ser sabido [(la castración)]. Decía sexo-saber-sujeto [(son 3 círculos disjuntos)] como posiciones subjetivas del ser, era el juego de la Murra: tijera-piedra-papel. Un juego circular infinito, es una repetición indefinida. Porque el saber se detiene ante lo imposible de saber sobre el sexo, el sujeto está indeterminado por el saber, porque al sujeto le falta el saber, al saber le falta el sujeto, y el sujeto, a partir del sexo llega solamente a una certeza –que no es el saber-, la certeza de estar determinado por algo del orden del sexo [(pero sin saber lo que lo determina)]. Entonces tijera-piedra-papel, uno anula al otro”.
“Es como los juegos de “Alicia en el país de las maravillas”, ese juego sin reglas, cuando empieza la carrera con el dolor, entonces como cualquiera podía hacer cualquier cosa, no tenía principio y no tenía fin, cuando se cansaron le dijeron bueno, terminamos el juego. ¿Quién ganó? Y, ganaron todos. Entonces la pregunta es si la repetición tiene algún término. Entonces ahí decía: el juego es que el sujeto juega su partida con el saber…”

D: puede ser con el significante
“… ¿de qué modo? Excluyendo el sexo”

D: porque es imposible. Está resumiendo el seminario XII.
“Había dicho después que la astucia del analista era reintroducir algo del orden de la diferencia de los sexos en el análisis, porque también habló del juego del analista, porque la astucia del analista era reintroducir algo en el orden de la diferencia sexual (no del sexo mismo porque es imposible, no hay representación, pero algo del orden de la diferencia sexual, problema de castración, etc., en el análisis)”
“Ahora, eso que aparecía como excluido del lado del significante excluido, mandado afuera del conjunto, ahora del lado del objeto aparece, no como excluido sino como perdido en el origen para que haya juego –y Lacan dice- podría llegar a pensar que ese 0 (cero) del cual me pregunto qué quiere decir), podría llegar a pensar algo así como que la primera postura para que haya juego está perdida en el origen, es decir que el 0 me indica el hecho mismo de que ustedes juegan, pueden empezar el juego porque algo se perdió en el origen”.
“Por supuesto, esto es más fácil de entender freudianamente hablando, cuando Freud, en el juicio de existencia pone como condición perder el objeto, repetición condición perder el objeto, algo tiene que estar perdido en el origen para que el uno empiece a repetir y buscar algo de ese goce aunque no haya marca. La pérdida del objeto, organizando el asunto…”
“Otra cosa es que él está llamando como perdido en el origen con respecto al juego. Entonces dice: utilizo el 0 como índice, como signo índice. Indice de “hagan juego señores. Sin 0 no hay juego”, es decir, sin haber perdido no hay juego, sin alienación no hay juego”.
“Pero entonces no hay juego acá “sin” la pérdida de goce, porque en la lectura ingenua del fort-da no hay juego sin ausencia de la madre, entonces, venía Winnicot a decirnos, es mejor que esté un poco ausente la madre, eso de mejor frustrar un poco al chico, porque el chico así crece. Entonces uno puede decir “sin ausencia de la madre, una madre demasiado presente, el chico no jugaría”. Y eso es acceso a lo simbólico, uno podría decir ingenuamente eso”.
“Lacan lo lleva más al problema de la renuncia pulsional, que habla Freud, eso del acceso a la cultura y renuncia pulsional.”
“Sin pérdida de goce no hay juego. Que es lo mismo que aquello de: no hay elección entre marca y ser, ¿en qué sentido? En que si elijo el ser, ahí de entrada, lo que elijo es la muerte, en términos de pulsión de muerte en Freud, en términos del goce puro, masoquismo primitivo erógeno, estoy eligiendo la muerte”.
“Entonces, por un lado el 0, marca que perdí algo, y por eso estoy jugando, pero por otro lado es un 0, es decir, no sé lo que perdí, por eso lo pongo como 0. Si pudiera nombrar lo que perdí para estar jugando no sería la alienación. Lo sabría. Seguramente se podría decir la misma cosa del otro cero, es decir del primer cero, aquel que sacamos ahora de esta tablita, la que está en la primer matriz, ese 0 infinito….podríamos decir que representa la pérdida a la cual el otro jugador se resigna cuando pone en juego este  infinito. La pérdida a la que me resigno, a  perder los goces de esta vida para adquirir los de la otra”.

Aparece confusión entre los dos ceros.
M: pero si el cero es que se perdió algo y no se sabe lo que se perdió, ¿no es equivalente al objeto a de alguna manera?
Cl: no, porque ya es marca. Es el punto de la marca. Si hay marca es porque algo se perdió, no? Es como el lugar de la marca.
H: diferente del tema del Uno.
Cl: claro, para mí es el lugar de lo simbólico
- ¿pero el otro cero?
H: igual me parece interesante la relectura del fort-da de Winnicot. Si entendí bien, para perder a la madre, primero hay que haberla perdido. Hay algo previo a la pérdida de la madre que hace posible el juego.
D: los dos significantes fort y da implican ya la pérdida. Lo de la madre sería la versión edípica del acceso al lenguaje. Al decir ooo...aaa ya elegiste hablar. Es lo que vos contabas, el laleo, aparentemente puro goce vocálico, ya estás perdiendo algo. Por eso lo quiere recuperar.
H: claro, las modulaciones de voz que inventa son un intento de agarrar algo que ya no puede agarrar
D: quiere recuperar la voz de la madre con su propia voz
H: me llamó la atención el paso del llanto a ese modo modulado de articular la voz
D: el llanto es un grito o llamado. Como no venís con mi voz me entretengo.
H: ahí hay un pasaje, un salto
M: ya la ausencia de la madre está presente.
Volvemos a Sara G. Cita:
“Aparece en efecto que ese 0 representa, no la pérdida constitutiva de la postura, sino al menos al nivel del diálogo, de Pascal, ese 0 puede ser la inscripción de una de las elecciones que se ofrece, que sería la otra posibilidad (también podría llegar a ser) no sentarse a la mesa”.
“Entonces: el 0 final era signo de juego; el 0 primero quizás pudiera ser no sentarse a jugar. Eso es lo que hace aquel que en este diálogo  (el diálogo que hace Pascal –se acuerdan?- en la apuesta, que se pone a hablar: tú estás comprometido a jugar, yo pienso tal cosa…el diálogo. si?). Es aquel que hace que en ese diálogo, no solo ideal sino efectivo (el diálogo que hace Pascal allí) aquel a quien está dirigido el esquema de la apuesta”.
“Entonces el otro 0 podría ser la falta de postura, el que no se sienta en la mesa. Entonces Lacan sigue. Texto: “A partir de allí…debemos interrogar…lo que está en juego”. Es decir vuelve a la segunda matriz, va de la primera a la segunda y de la segunda a la primera. “…la entrada de la vida del hombre en el juego”.
“Lacan viene preguntándose por el 0 por aquello del 0 y el 1 de Frege. El 0 como número primero, necesario, etc., ¿pero el 0 me designa la pérdida? ¿O no me designa la pérdida? Y cómo construyo el 1?”
“Lacan, primero es a minúscula 1, y sacarse los ceros de encima. Digamos, lo que está discutiendo Lacan es que no hay génesis del 0 al 1. Frege está equivocado, hay génesis del a al 1. No quiero poner este cero como designando simplemente una falta de marca en el origen y nada más. Entonces todos estos movimientos los hace para poner los 0 en distintos lugares. El 0 ese final me indica que Uds. juegan.”

D: ¿cómo se pasa del 0 al 1? Cero: ausencia de objeto. El 1 es la marca de que hay un cero. O sea, es lo que inscribe al cero. El 2 es 0+1. El 3: 0, 1 y 2. En los números naturales. Está Frege equivocado, dice Lacan, porque la génesis no es del 0 al 1, es del a al 1. Esto creo, es la clave. Para embarrar la cancha, Lacan en el seminario X dice “en el Inconciente somos a”. Y en el seminario XV del acto, dice que uno al principio es producto de una relación sexual, o sea, somos a. Uno como cada uno, es un cuerpo.
- como resto y como producto
D: el producto es: soy un producto de una relación sexual. Ese cuerpo que acaba de salir de un cuerpo, es el producto de otro cuerpo. El resto implica la operación significante. Entonces lo que Lacan plantea acá, en el seminario XVI, se trata de una relación no entre el 0 y el 1, sino entre a, ser producto de algo, la marca de los…(inaudible)
M: el a ¿no es producto del 1, en algún sentido?
V: no, es menos que 1. En la serie de Fibonacci a= 0,618 .No llega a 1 (ver capítulos VIII y IX).
D: cortamos acá.




Acta 05 de Noviembre de 2011

Avance sobre La tercera

Lacan viene refiriéndose a esta Tercera para continuar diciendo:

“La primera, pues, la que vuelve para que no cese de escribirse, necesaria, la primera, “Función y campo…”, en ella dije lo que había que decir. La interpretación, dije, no es interpretación de sentido, sino juego con el equívoco. Por eso puse el acento sobre el significante en la lengua. Lo designé con la instancia de la letra, y esto para darme a entender a vuestro poco de estoicismo. Resulta de ello, añadí desde aquel entonces sin mayor efecto, que la interpretación obra con lalengua, lo cual no impide que el inconciente esté estructurado como un lenguaje, uno de esos lenguajes que los lingüistas, justamente, como les corresponde, se empeñan en hacernos creer que animan lalengua. Suelen llamarlo gramatica o forma cuando es Hjelmslev. “

Retoma el texto con el que inaugura su enseñanza propiamente dicha para indicar que ya en ese momento con la introducción del significante abre la vía a la interpretación por medio del equívoco, subrayando fuertemente que no se trata de añadir sentido.
Recordamos  cómo Lacan pone en cuestión en signo lingüístico de Saussure. El equívoco será, entonces, sostenido por Lacan hasta su último seminario. Un equívoco que implica al sujeto, que lo interpela. Como dijimos no es buscar un nuevo sentido sino el sinsentido a partir del sentido, y el juego sentido-sin sentido nos lleva al paso de sentido. Se trata de un sentido inestable que la escucha del analista hace que caiga, y se abra a una nueva vía.
El nivel novedoso que agrega en este párrafo implica también a “lalengua” indicando que la interpretación la incluye. Los dos niveles que conviven y no se excluyen son: el inconciente estructurado como un lenguaje y lalengua. Freud en “El chiste y su relación con el inconciente” propone que el juego vocálico del niño que le brinda el placer del laleo, queda limitado por la imposición del adulto en función del sentido y la gramática.
Tenemos a Lacan leyéndose a sí mismo, desde la Tercera vuelve a su “Función y campo…” y recuerda también su “Instancia de la letra…” para hacer convivir estos dos niveles:


Función y Campo de la palabra: tenemos la palabra y el lenguaje, el lenguaje como mudo y la palabra como subjetivante. Se propone un paralelismo entre
1- la función de la palabra y el campo del lenguaje
2- la función del significante y el campo de lalengua

También se puede pensar cómo en un primer nivel tenemos  con palabra vacía y significante los niveles imaginario y simbólico y vía lalengua se introduciría el registro de lo real.
El lugar del significante en la lengua es la instancia de la letra. Lalengua a través de la letra permite la posibilidad de la equivocación.

Recordemos la definición que hace Lacan de la letra en la “Instancia de la letra…” : “Designamos como letra ese soporte material que el discurso concreto toma del lenguaje”
Sabemos que algo que homófonicamente suene de idéntica manera puede tener escrituras distintas. Es por ello que la letra pareciera tener que ver con una operación de lectura.

La instancia de la letra, ¿Qué es? (pregunta Daniel): es el juego de palabras, donde los sonidos y las letras se van intercalando. La letra sería ese lugar extraño que hace que un significante en el inconciente estructurado como un lenguaje se deslice hacia otro lugar para decir algo distinto y se produzca el equívoco. Lalengua es lalengua del equívoco, la que propicia la posibilidad de la equivocación.
Se ubica el párrafo donde Lacan produce el equívoco que da lugar al concepto: lalangue, en Conferencias en Sante Anne. En lugar de decir Lalande, nombre del diccionario, dice Lalangue.

Se subraya una idea: “El inconciente tiene que ver ante todo con la gramatica”  
La gramática como gramática de la pulsión. Grama: en su uso antiguo, significa rajadura que no tiene tinta, arañadura, aparece en el Cratilo de Platón.

A partir de esto resulta interesante avanzar con la propuesta de Lacan en el párrafo siguiente de La tercera:

“En francés, lalengua es la que permite considerar que no es mera casualidad que voeu, anhelo, suene como veut, quiere, de vouloir, querer, tercera persona del presente del indicativo; que non, el no que niega, y nom, el nombre que nombra, tampoco suenan igual por casualidad; que d’eux, de ellos, esté hecho de la misma manera que deux, dos, no es pura casualidad ni tampoco arbitrario como dice Saussure. Lo que se ha de concebir en ello es el depósito, el aluvión, la petrificación que deja marcado en ella el manejo por parte de un grupo de su experiencia inconciente.
De la lengua no se debe decir que es lengua viva porque esté en uso. Es más bien la muerte del signo lo que acarrea. No porque el inconciente esté estructurado como un lenguaje, deja lalengua de tener que jugar contra su gozo, puesto que está hecha de ese mismo gozo. En la transferencia, el analista es el sujeto supuesto al saber, y no es errado suponerlo si él sabe en qué consiste el inconciente por ser un saber que se articula con lalengua, no anudándose a él el cuerpo que allí habla sino por lo real con que se goza”

Surge la pregunta por el depósito, el aluvión, la petrificación. Se llega a la idea del uso que se hace de la lengua en un grupo. Se propone la diferencia entre los tres términos, surge la idea del depósito como el sedimento de un aluvión.
Lalengua implica la muerte del signo. Lacan recupera los títulos de sus escritos para hacerles decir más de lo que decían en su momento. El signo es la muerte de la cosa, pero ahora incluye lalengua para horadar al signo.
Además de jugar con las palabras, la emisión del hablar de ese ser hablante lo hace una boca, una lengua, un cuerpo, ese sonido está emitido desde un cuerpo. No es un puro bla bla, es es cuerpo que es tocado por eso que dice, sin saber lo que dice.
Que la lengua vehicule la muerte del signo, es decir, lo rompe en su función de significación siendo que el signo es lo que representa a algo para alguien.  Se rompe la idea de representación.

Acta 3 Septiembre


Comenzamos nuestra reunión con “El no todo de Lacan” de Guy Le Gaufey” (páginas 75 a 77). El autor se interroga acerca de la topología y las figuras llamadas no enatiomorfas. Esta figura no tiene imagen especular. Si ocurriese en la vida real sería siniestro, imposible de fusionarse en la imagen; la imagen toma independencia del cuerpo.

Seguimos desarrollando la Clase 9 “De Fibonacci a Pascal” del Seminario 16. Lacan utiliza la lógica y la matemática, en este caso, la serie de Fibonacci para pensar el concepto de inconsistencia del Otro.  
En la serie de Fibonacci, Lacan establece una relación entre significante y el objeto a. La razón da el nº de oro: 0,618 (serie significante que se aproxima a ese valor) también llamada la divina proporción, número armónico u otra escritura de la relación de 1 sobre a. El objeto a, es el número de oro dice Lacan. Hay una relación con la unidad. Hay serie significante, pero nunca se llega a alcanzar el objeto. No sabemos el valor del objeto a. Es inestimable.
Lo que sí podemos ver es la serie que engendra la relación del objeto a con el Uno: Un sujeto dividido. El sujeto es siempre relativo, depende del rasgo, del significante, del deseo del Otro. El sujeto es heterónomo. No hay un sujeto absoluto. Ya que el término  “absoluto” da cuenta de un auto engendramiento, una autonomía, que el sujeto no tiene.
Recordamos lo trabajado en relación a la apuesta de Pascal, si hay pérdida es porque hay un sujeto dividido por la marca. Es ocurrente destacar aquí la antecedencia del objeto sobre la constitución del sujeto, “el sujeto, antes de ser pensante, es primero a”[1]. No hay necesidad de pensar para estar fijado en a. En el Seminario 15 podemos pensar que un niño es un producto, caído de escena primaria.
También abordamos en la reunión, el concepto de elección forzosa y el ejemplo muy conocido la bolsa o la vida. Si se elije la bolsa se pierde la vida. Si suelto la bolsa y elijo la vida, me mantengo con vida pero de forma pasajera, ya que al ser mortales perderemos la vida indefectiblemente. Elija lo que se elija siempre se pierde. Aquí hay un real que hace tope.

Tomamos un texto de Milner “Lo triple del placer”. Para interrogar qué es el goce. Hace referencia al Tótem, al canibalismo (comerse a alguien en pedazos, fusionarse con el otro) y al sadismo.
Podemos pensar a partir de Tótem y Tabú con la lectura de Lacan que todo goce es mitigado. El padre sólo existe en tanto está muerto. Los hermanos de la tribu lo asesinan y luego lo incorporan. Antes de comerlo no hay padre, tan solo protopadre, padre de la horda, padre de Schreber.
El Nombre del Padre, es el palo necesario para que un cocodrilo (la madre) no se coma a sus crías, metaforiza Lacan. Pensamos en un dicho popular “lágrimas de cocodrilo”: el cocodrilo (hembra) se come sus crías y luego llora porque se las comió.
Puntuamos en el Seminario 4 las siguientes frases: “Esa madre insaciable, insatisfecha (…) es alguien real, ella está ahí, y como todos los seres insaciables, busca qué devorar”[2]. Establecemos que la prohibición del incesto es del orden de lo oral. Se trata de no reintegrarás tu producto, tu cría. No yacerás con tu madre. “La imagen proyectada de la situación oral, la encontramos también en el plano de la satisfacción sexual imaginaria. El agujero abierto de la cabeza de Medusa es una figura devoradora que el niño encuentra como una salida posible en su búsqueda de la satisfacción de la madre”[3].

En el Seminario 10, plantea Lacan el límite del falo en detumescencia: “La detumescencia en la copulación merece nuestra atención porque pone de relieve una de las dimensiones de la castración. El hecho de que el falo sea más significativo en la vivencia humana por su posibilidad de ser objeto caído que por su presencia- he aquí lo que designa la posibilidad del lugar de la castración en la historia del deseo”[4].
Recordamos el sacrificio de Abraham, cuando el cordero es sacrificado a cambio de Isaac, pero aún así hay un pedazo que cortar: el prepucio. Pensamos también en Shakespeare, “El Mercader de Venecia”. La libra de carne es el objeto a. Hay una imposibilidad de cumplir la regla exigida, ya que se trata de cortar esa libra de carne sin derramar una gota de sangre.


[1] Lacan J.: De un Otro al otro, El seminario, Libro 16 (1968-1969). Bs. As.,  1º edición Paidós, 2008. p. 149
[2] Lacan J.: La relación de objeto, El seminario, Libro 4 (1956-1957). Bs. As.,  1º edición Paidós, 1994. p. 197
[3] Lacan J.: La relación de objeto, El seminario, Libro 4 (1956-1957). Bs. As.,  1º edición Paidós, 1994. p. 197
[4] Lacan J.: La angustia, El seminario, Libro 10 (1962-1963). Bs. As.,  1º edición Paidós, 2006. p. 182