Discutimos, la
mayor parte de la reunión, puntos centrales del último acta tomando como
referente el texto de Ritvo: “El lugar de la sublimación”.
Ritvo describe
la obra de arte como una expresión del exterior. Rompe con la idea de
continuidad, con la idea de un sujeto “mimetizado” con el afuera teniendo como
fin la auto conservación. Hace hincapié en el concepto de mímesis pero en
el sentido de un sujeto fascinado con el exterior y como consecuencia capturado
por éste.
Se produce un salto
entre el sujeto y el producto (la obra), no una continuidad, ésta es ilusoria.
“La topología permite dar cuenta de este por fuera,
pero íntimo
-Hay dos estructuras que son homológicas, tienen la
misma configuración. La estructura sgte cuenta con una falta, y el cuerpo
cuenta con la propia. Estas faltas, Lacan, las superpone en el Seminario 11;
allí el goce se distribuye alrededor de esas faltas/objeto.
Todo el problema aquí es cómo se conectan dos
heterogéneos: el sgte y el cuerpo. Los conecta una falta. “
Surge la
pregunta en relación al modo en que se conectan, a través de una falta, el
significante y el cuerpo.
El objeto a se
puede pensar en sus dos vertientes:
.Como resto:
objeto que mortifica un cuerpo.
.Como puls:
objeto equivalente de goce, vivificando ese cuerpo.
Lo que en un
principio fue el falo, en la última enseñanza de Lacan es la letra la que
funciona como litoral, límite ó borde entre significante y goce (ó entre
simbólico y real). Ritvo sugiere pensar ese vínculo como puente.
En el encuentro
del sujeto con la langue se produce un encuentro contingente cuyo precipitado
es una letra distinta y singular para cada sujeto. Esa letra es lo que después
se va a repetir a modo de clisé en la estructura de cada sujeto.
Trabajando el fantasma
y las estructuras surge la pregunta acerca de cuál es la relación de estas estructuras
(neurosis y perversión) con el objeto a y propone dos conceptos para
distinguirlas:
-Complemento: del lado de la neurosis.
El neurótico
tapa la falta en el Otro a modo de compensación.
Es la medida de
la ecuación simbólica, la compensación.
Acentúa el lugar
del sujeto.
Relación de
complemento del neurótico con el UNO.
En relación al
narcisismo.
Ser lo que le
falta al Otro.
-Suplemento: del lado de la perversión.
Implica agregar
algo no necesario, aportar un objeto.
El papel que le
da el perverso al objeto a en relación al Otro.
El perverso se
encarga de suplir la falta en el Otro.
Acentúa el lugar
del objeto.
Aportar lo que
falta.
¿A qué apunta
esta diferencia?
“La diferencia entre perversión y neurosis podría ser
dónde poner el acento en la fórmula ($◊a), el acento en la neurosis el Otro
demanda la castración del sujeto como complemento, mientras que en la
perversión se subraya el lugar de objeto, instrumento del goce del Otro.”
Se presenta una
paradoja ya que el perverso también es él mismo instrumento de goce. Como
ejemplo se puede pensar en Videla quien fue, en tanto perverso, “instrumento de
las corporaciones”.
Es muy
importante en la clínica poder responderse “¿para quién trabajamos?”. Con cada
paciente esta pregunta es necesaria, no hay Otro del Otro, pero hay que tener
en cuenta que ese Otro para el que trabajamos, también trabaja para Otro, se
infinitiza la cadena y en análisis sirve para pensar el lugar que ocupamos en
la transferencia.
Finalizamos con
el acta de Abril y continuamos con el texto:
Ritvo propone pensar
la sublimación desde la perspectiva del acto y de la negatividad.
El acto
en términos éticos, donde se pone en juego la estructura del sujeto. Acto que
ubica en dos tiempos: en principio, fundando al sujeto para luego sacarlo de la
indeterminación.
Y la acción
negatriz, como aquella actividad que se pone en juego como repetición para
producir algo nuevo. Tiene que ver con el modo de pensar a la pulsión.
Uno de los aportes
más importantes del texto es que desarma
la idea de sublimación como fin terapéutico.
Pone el acento
no en el producto-obra, sino en la acción misma, en la actividad, en la
productividad.
Entonces, ¿qué
es lo particularmente necesario para que una actividad sea considerada una
sublimatoria? Es decir, qué caracteriza al acto como sublimatorio.
Para
caracterizar el acto sublimatorio distingue tres niveles que van del inferior
al superior, donde hay un antes y un después en el campo del sujeto, sujeto que
es producto de ese acto:
-Sexual: prohibido y desviado. Dice que
está lejos de ser de meta no inhibida. Si no está inhibida la meta materna, el
objeto materno, no puede haber acto sexual. Funda una carencia que está presente
en los tres niveles, pero este es el punto de partida.
El acto sexual obtura
la carencia. Piensa al orgasmo como respuesta fantasmática a esa carencia. Un
acto fallido, equivalente al chiste en este sentido.
-Analítico: implica el pasaje de analizado
a analista.
También se parte
de una carencia, al igual que el acto sexual, pero esta se repite para ser
elaborada, no obturada.
-Sublimación: proceso, en términos
temporales que toma a la cultura como escenario. Esta entendida, no como
conjunto cerrado de objetos, sino espacio
proclive a la productividad del sujeto.
Invención donde ya no es más lo que era. Hay
una vivificación por medio de la pulsión de muerte, negando lo que está muerto,
para darle una nueva vida.
Se pregunta en
este nivel si la sublimación es no
interior al análisis ya que se extiende más allá de las sesiones.
“Sin embargo, en el acto analítico el sujeto queda
tomado en el sin sentido radical. Allí se abre la instancia, a la vez interna
al análisis porque él conduce a tal lugar, y externa, porque se prolonga más
allá de las sesiones; la sublimación, ya veremos, está a la vez dentro y fuera
del análisis y así puede hacer del automatismo de repetición
un automatismo de invención.”
¿Es un oxímoron?
¿Hay invención en el automatismo?
En el Seminario
de la carta robada Lacan afirma que la repetición significante implica que algo
siempre quede por fuera. Se repite la diferencia. En este punto no hay
automatismo de repetición. La independencia de la cadena, de lo simbólico, que
cuando se quiere atrapar se escapa, que
funciona autodiferenciandose.
Se entrelazan la
pulsión de muerte y la acción negatriz. La negativización de lo que hay implica
un movimiento creacionista, destruir algo para crear otra cosa. La repetición
implica una perdida.
Distinta a la
repetición demoníaca ó repetición sintomática.
Se pregunta por
la causa de la sublimación que trae como consecuencia el automatismo de
invención.
Y para dar una
respuesta plantea como necesario que del lado de la cultura (Otro) se produzca
un llamado (distinto a la demanda), y ubica dos momentos de la actividad
sublimatoria:
1° operación de
vaciado: suspender opiniones y sentidos.
2° operación de
formación: tomando del psicoanálisis las operaciones del inconsciente y con esto dar
forma y vida a eso que estuvo inerte como objeto cultural. Aquí se ubica la
pulsión, en el punto en el que ubica la acción negatriz: vaciamiento y
transformación.
En la suspensión
de los sentidos, se abre una grieta, una ventana, donde el sujeto puede ubicar
una nueva configuración, gracias a la puesta en acto de la pulsión de muerte.
“Para decirlo brevemente, son los lazos de la obra y
de la pulsión de muerte, mediados por la decisión de un sujeto que desaparece
en su obrar, los específicos del acto sublimatorio, situado en una encrucijada,
bilocado y bitemporalizado, a la vez antes de la obra y luego de ella, a la vez
dentro y fuera.”
Carla Riccono
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