Comenzamos con el capítulo X del Seminario 16: “Las tres
matrices”
Pág.143:
“Dije muchas cosas, y logré en
particular interesar a algunos debido a la evidencia matemática que creo haber
logrado dar a la génesis del a, por la sola virtud del Uno como marca”.
·
Que no hay identidad
“Esta génesis descansa en ese hecho,
esa fabricación que resulta del uso más simple de este Uno, en la medida en
que una vez repetido (habla de unario)
prolifera, puesto que sólo se lo postula para intentar la repetición del goce,
para encontrarlo en la medida en que ya escapó. Lo que no estaba marcado
originalmente, el primer Uno, inscrito para reencontrarlo, ya lo altera, puesto
que en el origen no estaba marcado. Se lo plantea, pues, en la fundación de una
diferencia que él no constituye en cuanto tal, sino en cuanto que la produce”.
D: entonces, había una vez un goce, mito, hay una marca.
Esa marca que es fundadora, qué funda? La repetición del goce. Hay algo que no
estaba marcado en el origen, el primer Uno. En un momento se produce una marca,
no se sabe cuándo. Freud llamaría a eso represión primaria, huella. “Inscrito
para reencontrarlo” a lo que se perdió.
Pero eso ya lo altera, ya no es lo que era, que no sabemos lo que era. “Puesto
que en el origen no estaba marcado”. Ahora que hay una marca está todo
alterado.
H: la idea de proliferación es interesante. Uno podría
decir: la alteración se produce en el intento de reencuentro. Pero cada vez que
se repite hay una alteración. Siempre se produce una alteración. La alteración
de la alteración de la alteración. Tiene esta propiedad esa repetición. Por eso
dice “prolifera”. Pero podría repetir, lo altera y se cerró el circuito. Pero
altera lo alterado.
M: pensemos todo esto en la vida de las personas. Cuando
alguien repite, por Ej. Se hace cagar por uno y por otro…prolifera. Pero hay
una constante.
D: hay una constante, es el terreno pulsional y
fantasmático. Porque en esa constante que es fantasmática, que es el hacerse
cagar por todos, el analista debería encontrar una diferencia. Sino estás en el
terreno masoquista del fantasma: me cagan, me cagan una y otra vez, me quejo,
me cagan y ya. El psicoanalista produce esta alteración. La palabra alteración
es clave acá.
M: alteración como una vía nueva?
D: sí, pero la palabra alteración viene de “alter”, que es
otro. O sea que este Uno es otro que el otro Uno. La proliferación no es de
identidad. Retomemos la palabra alteración como “otro”. La proliferación no es
de una identidad, es de una diferencia. No existe la pura diferencia en el
mundo. Existe en la constancia.
Cla: pero la constancia es una característica de la
pulsión.Tiene que ver con lo real de la pulsión, con una insistencia, no con el
fantasma.
H: pero lo real está articulado al fantasma. El fantasma
está hecho de esas semillas de real, de núcleos de real. Tiene que ver con el párrafo
del libro “Fantasía: metapsicología y clínica” de Haimovich y Kreszes que les
mandé, donde introduce la idea de la estructura no sólo heterogénea sino
también paradoja del fantasma.
Cita:
“Aquel núcleo heterogéneo del
fantasma que habíamos postulado, amalgamado y resistente a la soldadura,
se enraíza en el vacío del Otro. Falta de saber e imposibilidad de
goce son dos dimensiones del Otro que se transfieren al fantasma. Si éste
comporta alguna recuperación de saber y de goce no será sin marcas de
aquella imposibilidad incrustadas en la recuperación misma. El fantasma
articula respuestas posibles a lo que carece de respuesta en el lugar del Otro.
Hay, en esas respuestas fantasmáticas, rastros de la conexión con aquel lugar
de vacío de silencio, que Lacan anotó S(A)”
“Cuando digo silencio, me refiero a lo
que llamamos las “marcas parentales” cuyas huellas encontramos en la
fantasía. Estas marcas están hechas de dos estofas: de palabras y de silencios.
Están hechas de los ideales, deseos, expectativas, pedidos, reclamos y demandas
con los que el advenimiento de un sujeto a la existencia no tiene más
remedio que cargar. Pero también, ese espacio primordial del “deseo de los
padres” está hecho de esta otra materia que es el silencio, y que tiene
la virtud de ofrecerle al sujeto un margen de indeterminación”
D: y también refiere a eso el párrafo que les mandé.
Cita:
“El punto de vista lacaniano en psa”. J.Allouch
Pag. 92. Abril/1994
“Antecedentes
lacanianos” Edelp 16 Córdoba
...”cuando ocurre ese acontecimiento
singular en el que un sgte. representa al sujeto para otro sgte. (es la
interpretación), se produce una modificación en la economía del goce, el objeto
en juego en esa interpretación es aligerado de una parte de su valor de goce
por el cual vampiriza al sujeto”.
M: esto plantea una paradoja. Por ej.el tren de las
20.10hs. Cada tren es distinto, pero siempre es el de las 20.10hs.
H: su identidad se la da la diferencia con los otros.
Saussure habla de “sensación” de identidad, que surge de su diferencia con los
otros. No es ni el de las 20.05 ni el de las 20.15. Ninguno de los dos. Por más
que llegue a las 20.20hs sigue siendo el tren de las 20.10hs, porque es el que
viene después del de las 20.05 y antes del de las 20.15hs.
D: también ahí la paradoja es intrínseca al significante,
porque el tren de las 20.10hs es el significante el que le da identidad, porque
siempre es otro tren, otro vagón.
J.P: en la escuela soy lunes. Cuando digo “lunes!”, los
chicos me dicen “lunes!, qué tal lunes? ¿Extrañaste lunes?
D: el punto es reconocer como analista que en ese relato
de cierta identidad habrá una diferencia en algún momento. Y esa diferencia,
alteridad, esa proliferación es la que está permitida paradójicamente por la
sensación de identidad. Yo te lo vuelvo a contar, y te lo vuelvo a contar. ¿No
está cansado de contarme siempre lo mismo? Y de repente aparece una diferencia,
un fallido, o la coma que no estuvo.
H: un recorte clínico: un tipo que cuenta cómo siempre lo
cagan, lo pillan, y retoma la historia familiar. El padre los dejó, la madre
psicótica. Y entonces él y su hermano tuvieron que hacerse cargo de sostener la
casa y la administración. Laburan y ponen guita los dos. Y retomando el relato
una vez más, se acuerda de que su hermano lo caga. Y ¿cómo lo cagaba su
hermano? Le daba tarde la plata del mes. Y él se gastaba toda la plata de su
sueldo para pagar las cuentas. “Yo tenía que pedirle, era humillante”. Y dice
al pasar “pagaba las cuentas apenas llegaban”. Las tenía que pagar. Las pagaba
el 1° y se gastaba todo. ¿Por qué? Las cuentas se pueden pagar del 1 al 10.
Tenía todo ese margen de indeterminación del 1 al 10. Y el flaco se empieza a
preguntar porqué él tenía la necesidad de gastarse toda la plata el 1°. Y ahí quedaba
cagado. Hay una diferencia, del territorio del “todos me cagan”. Empezó a
hacerse más borrosa esa convicción de que el hermano lo cagaba.
D: ¿síntomas anales? ¿Retenciones?...
H: no, no aparecieron. Donde él en ese margen de
indeterminación del 1 al 10 pone su fantasma, empieza a resonar que él tenía
que pagar el 1°. Él primero. Se escucha también que es el primero en pagar…la
satisfacción que se juega también en eso.
D: ¿es el mayor?
H: sí.
D: habría que introducir “el plato de lentejas”. En la
biblia hay una cuestión. Jacob quiere ser el primogénito. Eran dos hermanos
Esau y Jacob. Isaac (el padre) está ciego. El que sigue el linaje es el hermano
mayor. Un día viene de cazar Esau (el mayor) y le pregunta a Jacob “¿me das de
comer?”. Jacob responde “sí, yo te doy un plato de lentejas, pero a cambio me
das la primogenitura”. Y Esau acepta. Cambia la primogenitura por un plato de
lentejas. Jacob se hace bendecir por el padre, con una piel de cordero,
simulando a su hermano Esau que era muy peludo. El linaje será Abraham, Isaac,
Jacob (que luego se llamará Israel).
M: una mentira
D: sí, pueblo elegido por un curro (engaño al padre).
Volvemos a Lacan. Hace una referencia a Freud. Cita en Pág.143:
“En cuanto a encontrar el término del camino que marcó Freud en el
problema que él plantea del fin de análisis, terminable o interminable, sólo
podemos hacerlo desde el punto de vista según el cual lo que emprende toda
trayectoria humana tiene su límite en la muerte, lo que no hace más que
escandir el problema que replanteo al preguntarme si el proceso que comienza
para el sujeto debido a la repetición, con la repetición como origen, tiene su
límite o no lo tiene”.
D: entonces el proceso empieza con la repetición, además
vincula que hay un límite, y eso condiciona la posibilidad de un análisis como
terminable.
Va a tomar lo finito, lo infinito. La bipartición de dos
infinitos. Señalando que en el fondo de esto se trata en la apuesta de Pascal.
Cita en Pág.144:
“También escribí la serie que resulta
de tomar las cosas en el otro sentido, en la que por el hecho de que a es menor
que 1, el proceso de adición desemboca no solo en una proporción, sino en un
límite. Ya sea que procedan por adición o, a la inversa, por sustracción
[(sería 1+a o 1-a)], de modo tal que sea siempre verdad en esta cadena que, si
se toma la cosa en sentido ascendente, cada término es la suma de dos
precedentes [(Fibonacci)], no dejarán de encontrar la función de a, en la
medida en que la suma de la serie designa esta vez un límite. Por numerosos que
sean los términos que adicionen, no superarán el 1+a, lo que parece indicar
que, en este sentido, lo que engendra la repetición tiene su término”.
D: es decir que la serie a medida que asciende va
convergiendo, pero no llega al límite. Nunca puede superar el 1+a. Es
asintótico. Al límite uno no lo traspasa. Se acerca sin llegar. Se entiende con
el ejemplo de los números naturales: entre el 0 y el 1 no hay nada; entre el 1
y el 2 no hay nada. Tengo 0, 1, 2, paso al 3. Voy pasando. El problema es con
los números reales: 3,1416, que es infinito. Pero este número, si lo sigo
aumentando, ¿llega al 4? No. Y si tengo 3,999…no llega al 4. Se acerca
infinitamente al 4 sin llegar. ¿Por qué? Porque son reales. Entre un punto y
otro en la recta, que es infinita, hay otro punto y así sucesivamente.
Cla: Esto es, entre un punto y otro punto hay infinitos
puntos. El punto no tiene límite.
D: Es decir, entre el 0 y el 1 hay infinitos números. Y
entre el 0 y el n° infinito también hay infinitos números. Hasta que vino
Cantor y dijo que hay 2 infinitos. Aleph sub. cero. Un infinito es más grande
que otro infinito. Es una locura.
H: Es una paradoja. Si es un infinito definido es
limitado, pero no.
D: hay toda una discusión acerca de si un infinito
chiquito es más grande que el infinito más grande.
H: recuerdo “El hombre menguante”, un libro de ciencia
ficción, del mismo autor que hizo el libro “Soy leyenda”. La tesis es esa. Es
un tipo que a partir de que se expone a determinada radiación se empieza a
achicar. Y el tipo todo el tiempo esperando, hasta que se aviva que la cuestión
es que va a desaparecer. Y en un momento, a punto de desaparecer, encuentra
otro universo, en lo infinitamente pequeño.
D: esto clínicamente es fantástico. Porque esto habla de
cómo se dirige un análisis. Respecto de lo interminable o no de un análisis. ¿Cuál
es el límite de un análisis? ¿Hasta dónde se llega? Cada intervención del
analista, que es interpretación, cuando la hay ¿qué relación tiene con el
final? El final, es la última sesión? ¿El comienzo es la primera entrevista?
Para tener una idea de relación de un punto con otro punto.
Volvemos a Lacan. Cita Pág.144:
“Considérese el caso A en que Dios
existe. Con una ingenuidad pasmosa, se inscribe con un cero lo que resulta del
cumplimiento de los mandamientos divinos, aquí confundidos con la renuncia a
algo, ya sea que lo llamemos placer o de cualquier otra manera. Lo que se dejó
en esta vida a los creyentes está pues marcado con un cero [(de lo que se
renunció, a lo que se perdió, porque dios existe)], a cambio de lo cual una
vida futura se anota con la escritura del infinito, una infinidad de vidas
prometidas infinitamente felices”.
“Suponiendo que Dios no existe, A
barrado [(el A no existe)], inscribimos con a el sujeto del juego, siempre
tomado, conviene decirlo, al pie de la letra, en la medida en que se presume
que conoce la felicidad limitada, y por
otra parte problemática, que se le ofrece en esta vida. Se nos dice que no es
infundado elegirlo, ya que, si Dios no existe, parece claro que no hay nada
para esperar de la otra vida”.
Primera
matriz= A 0 infinito
A/ a 0 (pongo el cero en la
próxima vida, no
infinita vida)
H: hay un chiste que dice Dolina: ¿qué harías si te ganas
la lotería? – te lo cambio por $5 ahora (risas). Esta felicidad limitada son 5
mangos.
Cita Pág.145:
“Solo que Dios no está al corriente
[(de esta apuesta)]. En todo caso, nada nos permite afirmarlo. Resulta de este
hecho paradójico que la postura se confunde aquí con la existencia del
partenaire, mientras que el sujeto definido por la apuesta, no el hombre, está
puesto sobre la mesa, si puedo decirlo así. Y precisamente por eso deben
reinterpretarse los signos que se escriben en este pizarrón. La elección se hace a nivel del
Dios existe o Dios no existe”.
D: Pero Dios ¿es el partenaire de esta apuesta?
“De ahí parte la formulación de la
apuesta. Si se la toma desde ese lugar, y solo desde allí, es claro que no hay
que dudar, porque lo que uno se expone a ganar apostando que Dios existe, es
decir, el infinito, no puede compararse en nada con lo que seguramente se
ganará si se apuesta lo contrario, es decir, a. Incluso esta certeza puede
ponerse fácilmente en tela de juicio, porque ¿qué se ganará exactamente? El a no
está definido con precisión”.
“Esta fórmula tiene el interés de tomar
en su fuente la cuestión de lo que ocurre con la intervención del significante
en cualquier acto de elección”.
D: esto es lo que trabajamos con respecto al acto, que
trabajó Vero, la elección forzada.
Continuamos cita Pág.146:
“Sin embargo, aquí planteé el problema,
e hice notar la insuficiencia de este cuadro. Está incompleto por no implicar
un segundo piso que restituya tal vez la justa posición de lo que supone la
matriz tal como se la usa en la teoría de los juegos. Entonces introduje este
piso.”
D: me parece que es lo que hace combinar y poner Otro y Je
(yo)
Yo
0, infinito a, -infinito
(elige a sabiendo que
pierde la
infinidad de vidas felices
Segunda
matriz= A que se le
ofrecen)
-a,0 a, 0
Para entender esto vamos a una clase de Sara Glasmann del
5/02/1969:
“En la matriz n°2, en el primer
cuadrito pone toda la horizontal que está arriba de la matriz 1, de esa de: si
Dios existe y yo apuesto a favor no pierdo nada y gano infinito, entonces pongo
0, infinito. A la derecha de la matriz n°2 pone a,(-)
infinito”
D: si conservo el a
pierdo el infinito, ésta es la
idea. Si pierdo el a
me quedo con el infinito. Todo el cuadro anterior puesto acá arriba, separado
como par ordenado.
·
Aplana en el horizontal lo que está escrito en
el cuadro n°1.
J: Hay que mantener esta idea: arriba crees en dios, abajo
no crees en dios. Entonces creyendo en dios, apostas el a, y ganas el infinito. Aunque creyendo en dios vos podes conservar
el a, pero perdés el infinito,
pecado.
H: como los gnósticos, que pecaban para afirmar
Volvemos a texto de Sara G.:
“A la derecha de la matriz n°2 pone a
(-) infinito. Es decir, Dios existe y yo apuesto en contra. Gano a placeres de esta vida, pierdo infinito, pongo menos infinito”
- El infierno
- No, el infierno también es una forma de infinito.
Cita: “Abajo entonces, a la izquierda,
Dios no existe [(a)] y yo apuesto a favor, pierdo como una
imbécil los placeres de esta vida y gano 0 porque Dios no existe, así que no
tengo el infinito prometido. (-a, 0)”
- Sin el pan y sin la torta
“Y en el cuadrito de abajo a la
derecha: Dios no existe y yo apuesto en contra, tengo los placeres de esta vida
y 0 infinito porque Dios no existe”
D: es el más ateo?
“Nos llamaban la atención los dos
cuadritos antagónicos y paradójicos. Entonces ya se había planteado el asunto
de a elige a sabiendo que pierde el infinito. Y había dicho que si se trata del
infinito de los números enteros y del infinito aritmético, ese infinito se iba
por el lado de los números negativos porque es “menos” infinito, es un infinito
que cuando se redobla se divide, es decir que si yo hago unas coordenadas
cartesianas y pongo de este lado los números positivos y de este lado los
números negativos, ya cuando planteo del punto de partida ir a uno, a un
infinito en términos positivos, y eso ya es una repetición, es decir un
redoblar desde el punto de partida, de este lado automáticamente se hace medio.
Y entonces, porque son números negativos y cuando yo doblo 1 número negativo lo
estoy dividiendo por la
mitad. Entonces cuando ya me prometen uno, yo pierdo medio.
Entonces Lacan decía de entrada, no es tanto ganar porque es medio infinito”.
“Lo que faltaba era ver la cuarta
casilla: que no existiendo Dios sin embargo podía apostar a favor y pierdo el
a”.
“El problema es que cuando aparece
pérdida de a,0, el 0 este ¿qué es?. El cero a ganar. Había dicho que el 0 en el
punto de partida era una ficción, era necesario poner un cero para iniciar la serie
de números y llegar a infinito. Pero el 0 a ganar ¿qué representa?”
“Vamos a extraer ahora, matriz n°3, los
elementos que me importan de la matriz nueva que hice, para aislar en su pureza
los elementos más conflictivos. Son: menos infinito (que era el problema aquel
de pierdo infinito), menos a (aquel de pierdo los placeres en la vida), el 0
como problema en cuestión, con signo de interrogación, qué es lo que voy a
ganar, qué quiere decir este 0, no voy a ganar nada? Y el a en el punto de
partida”
“Matriz n°3: arriba a la izquierda a,
arriba a la derecha menos infinito, abajo a la izquierda menos a, abajo a la
derecha 0 (cero) como pregunta”
(Lacan señala esto en la Pág.147 arriba). Continuamos con
Sara G.
“…del sujeto que es el jugador el único
sujeto que ahí existe, porque el otro era Dios. Ahí no entran en balance para
el sujeto jugador más que el infinito y lo finito del a, porque la cuestión es siempre mis placeres de
esta vida y el infinito de la otra”.
“texto: qué es lo que esos ceros
designan…el origen perdido”
“Entonces Lacan lo que reinterpreta es,
al revés: no es que 0 (en la matriz habitual de la apuesta de Pascal), designe
que no pierdo nada”
D: aclaro que para Pascal, el 0 (cero) es que no pierdo nada.
“…lo que me está designando (este cero)
es que para sentarme en la mesa hay algo perdido en el origen”.
D: Este es el punto clave. Ella lee la diferencia entre
Lacan y Pascal. Que mientras que para Pascal el cero es “no pierdo nada”, para
Lacan el cero es “entré perdiendo a la apuesta. Si apuesto es porque ya perdí”.
V: los seguidores de Pascal, o hasta el día de hoy, todos
leyeron que el cero de Pascal, que era el vacío, es no apostar nada. Lacan
rescata a Pascal y dice que no leyeron bien.
Cr: pero en la Pág.147 (del seminario) abajo dice otra
cosa:…”este cero no representa tanto la pérdida constitutiva de la postura como
la inscripción de una de las elecciones ofrecidas, que es la de no sentarse a
la mesa de juego”.
D: pero para Pascal es eso
H: más abajo dice “este cero no representa pues la pérdida
constitutiva de lo que se apuesta, sino el no
hay apuesta del que no se sienta a la mesa”.
V: para mí lo que vos decís está hablando de los filósofos
de la época.
D: sí, está hablando de los filósofos. Fijate en el mismo
párrafo más arriba: “…si nos remitimos a la discusión que los filósofos han
hecho del montaje de Pascal…”. Les cito 2 cosas de la pág.siguiente (en Lacan)
y vuelvo a Sara G.
Cita Pág.148 (del seminario):
“Si lo indiqué tan rápido como lo hice,
se debió, a decir verdad, a que ya se había construido cierto grafo con, no la
hipótesis, sino lo inscribible, y por lo tanto lo tangible, que hace que el
propio a bien pueda no ser más que el efecto de la entrada de la vida del
hombre en el juego”. “Pascal nos advirtió…Ustedes están comprometidos, indica,
y es verdad”.
D: es decir, no podes no apostar. Está claro eso.
H: es como la placenta que labura Lacan en el seminario X.
No podes nacer sin perder la placenta.
M: yo pensaba en la posición del autista…
V: que es no sentarse a la mesa
H: pero es un fantasma neurótico éste. La idea de “no
deseo para no perder”
D: lean “La piel de zapa” de Balzac. Un tipo que no tiene
que expresar un anhelo, porque la piel de zapa, -es una piel que le da el
diablo, en el pacto con el diablo- cada vez que él expresa un anhelo se achica.
Por lo tanto “te damos todo lo que vos quieras”, el tipo empieza a desear:
tengo sed, quiero un vaso de agua, y de pronto la piel se achica. Tiene que
empezar a regular lo que quiere porque sino su vida, el día que se achique todo,
muere, como el hombrecito de “el hombre menguante”. Entonces para vivir se arma
una automatización de la vida (la obsesión al mango) para no desear. Balzac es
un psicopatólogo fantástico.
H: dicen que fue el último libro que Freud leyó antes de
morir. Es muy lindo porque en un momento llaman a los científicos para que
intenten evitar que la piel se encoja. Inventan una sustancia para expandir la
piel.
D: el tipo no puede impedir su deseo, su anhelo más tonto.
Ej.: tengo sueño, voy a dormir. Pero no puede decir “quiero dormir”. Pero
cuando uno dice “voy a dormir” es porque quiere dormir. Con lo cual cualquier
cosa que diga…Es el pacto con el diablo para vivir mucho tiempo. Para que todos
tus deseos se realicen no se tiene que realizar ninguno. Esta es la paradoja.
Volvemos a Sara G. Cita:
“Cambió la cosa. ¿De qué modo? Teniendo
presente que se trata de la combinatoria matemática, es decir se trata de
teoría de los juegos, yo voy a decir que, nada podría enunciarse de cualquier
juego, si no es a partir de algo, algo que la otra vez dijimos que era
teorizado en “Problemas Cruciales…” (Seminario XII de Lacan) bajo la forma de:
todo juego tiene una regla que regla el juego y la institución de esa regla
implica de entrada una exclusión, es decir las cosas que no se pueden hacer en
este juego”.
D: es decir, para poder jugar un juego –piensen cualquier
juego- se excluye algo. Hasta la botellita, no podes hacer trampa.
H: no te podes dar un beso a vos mismo (risas)
Continuamos con Sara G. Cita:
“Lacan había dicho en Problemas
Cruciales, para jugar una partida del sujeto con el saber, se excluye el sexo,
es decir se excluye lo imposible, lo imposible de ser sabido [(la castración)].
Decía sexo-saber-sujeto [(son 3 círculos disjuntos)] como posiciones subjetivas
del ser, era el juego de la Murra: tijera-piedra-papel. Un juego circular
infinito, es una repetición indefinida. Porque el saber se detiene ante lo
imposible de saber sobre el sexo, el sujeto está indeterminado por el saber,
porque al sujeto le falta el saber, al saber le falta el sujeto, y el sujeto, a
partir del sexo llega solamente a una certeza –que no es el saber-, la certeza
de estar determinado por algo del orden del sexo [(pero sin saber lo que lo
determina)]. Entonces tijera-piedra-papel, uno anula al otro”.
“Es como los juegos de “Alicia en el
país de las maravillas”, ese juego sin reglas, cuando empieza la carrera con el
dolor, entonces como cualquiera podía hacer cualquier cosa, no tenía principio
y no tenía fin, cuando se cansaron le dijeron bueno, terminamos el juego.
¿Quién ganó? Y, ganaron todos. Entonces la pregunta es si la repetición tiene
algún término. Entonces ahí decía: el juego es que el sujeto juega su partida
con el saber…”
D: puede ser con el significante
“… ¿de qué modo? Excluyendo el sexo”
D: porque es imposible. Está resumiendo el seminario XII.
“Había dicho después que la astucia del
analista era reintroducir algo del orden de la diferencia de los sexos en el
análisis, porque también habló del juego del analista, porque la astucia del
analista era reintroducir algo en el orden de la diferencia sexual (no del sexo
mismo porque es imposible, no hay representación, pero algo del orden de la
diferencia sexual, problema de castración, etc., en el análisis)”
“Ahora, eso que aparecía como excluido
del lado del significante excluido, mandado afuera del conjunto, ahora del lado
del objeto aparece, no como excluido sino como perdido en el origen para que
haya juego –y Lacan dice- podría llegar a pensar que ese 0 (cero) del cual me
pregunto qué quiere decir), podría llegar a pensar algo así como que la primera
postura para que haya juego está perdida en el origen, es decir que el 0 me
indica el hecho mismo de que ustedes juegan, pueden empezar el juego porque
algo se perdió en el origen”.
“Por supuesto, esto es más fácil de
entender freudianamente hablando, cuando Freud, en el juicio de existencia pone
como condición perder el objeto, repetición condición perder el objeto, algo
tiene que estar perdido en el origen para que el uno empiece a repetir y buscar
algo de ese goce aunque no haya marca. La pérdida del objeto, organizando el
asunto…”
“Otra cosa es que él está llamando como
perdido en el origen con respecto al juego. Entonces dice: utilizo el 0 como
índice, como signo índice. Indice de “hagan juego señores. Sin 0 no hay juego”,
es decir, sin haber perdido no hay juego, sin alienación no hay juego”.
“Pero entonces no hay juego acá “sin”
la pérdida de goce, porque en la lectura ingenua del fort-da no hay juego sin
ausencia de la madre, entonces, venía Winnicot a decirnos, es mejor que esté un
poco ausente la madre, eso de mejor frustrar un poco al chico, porque el chico
así crece. Entonces uno puede decir “sin ausencia de la madre, una madre
demasiado presente, el chico no jugaría”. Y eso es acceso a lo simbólico, uno
podría decir ingenuamente eso”.
“Lacan lo lleva más al problema de la
renuncia pulsional, que habla Freud, eso del acceso a la cultura y renuncia
pulsional.”
“Sin pérdida de goce no hay juego. Que
es lo mismo que aquello de: no hay elección entre marca y ser, ¿en qué sentido?
En que si elijo el ser, ahí de entrada, lo que elijo es la muerte, en términos
de pulsión de muerte en Freud, en términos del goce puro, masoquismo primitivo
erógeno, estoy eligiendo la muerte”.
“Entonces, por un lado el 0, marca que
perdí algo, y por eso estoy jugando, pero por otro lado es un 0, es decir, no
sé lo que perdí, por eso lo pongo como 0. Si pudiera nombrar lo que perdí para
estar jugando no sería la alienación. Lo sabría. Seguramente se podría decir la
misma cosa del otro cero, es decir del primer cero, aquel que sacamos ahora de
esta tablita, la que está en la primer matriz, ese 0 infinito….podríamos decir
que representa la pérdida a la cual el otro jugador se resigna cuando pone en
juego este infinito. La pérdida a la que
me resigno, a perder los goces de esta
vida para adquirir los de la otra”.
Aparece confusión entre los dos ceros.
M: pero si el cero es que se perdió algo y no se sabe lo
que se perdió, ¿no es equivalente al objeto a
de alguna manera?
Cl: no, porque ya es marca. Es el punto de la marca. Si
hay marca es porque algo se perdió, no? Es como el lugar de la marca.
H: diferente del tema del Uno.
Cl: claro, para mí es el lugar de lo simbólico
- ¿pero el otro cero?
H: igual me parece interesante la relectura del fort-da de
Winnicot. Si entendí bien, para perder a la madre, primero hay que haberla
perdido. Hay algo previo a la pérdida de la madre que hace posible el juego.
D: los dos significantes fort y da implican ya la pérdida.
Lo de la madre sería la versión edípica del acceso al lenguaje. Al decir ooo...aaa
ya elegiste hablar. Es lo que vos contabas, el laleo, aparentemente puro goce
vocálico, ya estás perdiendo algo. Por eso lo quiere recuperar.
H: claro, las modulaciones de voz que inventa son un
intento de agarrar algo que ya no puede agarrar
D: quiere recuperar la voz de la madre con su propia voz
H: me llamó la atención el paso del llanto a ese modo
modulado de articular la voz
D: el llanto es un grito o llamado. Como no venís con mi
voz me entretengo.
H: ahí hay un pasaje, un salto
M: ya la ausencia de la madre está presente.
Volvemos a Sara G. Cita:
“Aparece en efecto que ese 0
representa, no la pérdida constitutiva de la postura, sino al menos al nivel
del diálogo, de Pascal, ese 0 puede ser la inscripción de una de las elecciones
que se ofrece, que sería la otra posibilidad (también podría llegar a ser) no
sentarse a la mesa”.
“Entonces: el 0 final era signo de
juego; el 0 primero quizás pudiera ser no sentarse a jugar. Eso es lo que hace
aquel que en este diálogo (el diálogo
que hace Pascal –se acuerdan?- en la apuesta, que se pone a hablar: tú estás
comprometido a jugar, yo pienso tal cosa…el diálogo. si?). Es aquel que hace
que en ese diálogo, no solo ideal sino efectivo (el diálogo que hace Pascal
allí) aquel a quien está dirigido el esquema de la apuesta”.
“Entonces el otro 0 podría ser la falta
de postura, el que no se sienta en la mesa. Entonces Lacan sigue. Texto: “A
partir de allí…debemos interrogar…lo que está en juego”. Es decir vuelve a la
segunda matriz, va de la primera a la segunda y de la segunda a la primera.
“…la entrada de la vida del hombre en el juego”.
“Lacan viene preguntándose por el 0 por
aquello del 0 y el 1 de Frege. El 0 como número primero, necesario, etc., ¿pero
el 0 me designa la pérdida? ¿O no me designa la pérdida? Y cómo construyo el
1?”
“Lacan, primero es a minúscula 1, y
sacarse los ceros de encima. Digamos, lo que está discutiendo Lacan es que no
hay génesis del 0 al 1. Frege está equivocado, hay génesis del a al 1. No
quiero poner este cero como designando simplemente una falta de marca en el
origen y nada más. Entonces todos estos movimientos los hace para poner los 0
en distintos lugares. El 0 ese final me indica que Uds. juegan.”
D: ¿cómo se pasa del 0 al 1? Cero: ausencia de objeto. El
1 es la marca de que hay un cero. O sea, es lo que inscribe al cero. El 2 es
0+1. El 3: 0, 1 y 2. En los números naturales. Está Frege equivocado, dice
Lacan, porque la génesis no es del 0 al 1, es del a al 1. Esto creo, es la clave. Para embarrar la cancha, Lacan en
el seminario X dice “en el Inconciente somos a”. Y en el seminario XV del acto, dice que uno al principio es
producto de una relación sexual, o sea, somos a. Uno como cada uno, es un cuerpo.
- como resto y como producto
D: el producto es: soy un producto de una relación sexual.
Ese cuerpo que acaba de salir de un cuerpo, es el producto de otro cuerpo. El
resto implica la operación significante. Entonces lo que Lacan plantea acá, en
el seminario XVI, se trata de una relación no entre el 0 y el 1, sino entre a, ser producto de algo, la marca de
los…(inaudible)
M: el a ¿no es
producto del 1, en algún sentido?
V: no, es menos que 1. En la serie de Fibonacci a= 0,618 .No llega a 1 (ver capítulos
VIII y IX).
D: cortamos acá.